10.12.10

Desde Rusia con amor




Soy una impenitente visionadora de películas, así que no pude evitar recordar uno de los Bond films más inintencionadamente divertidos de todos los tiempos cuando recibí, despistada yo, un paquete que contenía cinco ejemplares con la cubierta de esta guisa. Lo primero que pensé, dado que por trabajo recibo muchos envíos de editoriales extranjeras con varios ejemplares del mismo libro fue: "Caramba, estos editores no se andan con chiquitas, y cuando mandan novedades, las mandan de verdad". Pero cinco eran demasiados, incluso para un editor recién agraciado por la ONCE, y miré la portada durante unos segundos, tratando de recordar en qué cita de trabajo pedí yo un libro así. Un laberinto. Personajes medievales. Un título corto, que el año de lengua rusa que estudié hace milenios me permitió descifrar como "Dama y...." Pues sí. Era la edición rusa de mi libro La dama y el león. Hermosa y rozagante, en las estepas cabalgan Aalis de Sainte-Noire y los demás personajes de mi primer libro. La extraña ilusión de mis palabras vertidas en un idioma que no puedo entender. Bienvenidas sean las alegrías, así sean todas las sorpresas.

14.10.10

Books, books, books



Como dijo Jack el Destripador, vayamos por partes: cosas que me hubiera gustado contaros aquí pero de las que hablé en mi Facebook. En la revista Historia y Vida del mes de septiembre se publicó un reportaje titulado "Las mujeres de Roma", firmado por esta servidora. Me hizo una ilusión especial pasar a formar parte de las páginas de esta excelente revista, igual que sucedió con Muy Historia el mes de abril. Fue genial.

Luego, durante la primera quincena de octubre estuve preparando la visita anual a la feria de Frankfurt, de las entrañables vanidades y los queridos oropeles, aunque también de las amistades de ley, viejas y nuevas. Descubrí que no hay veteranía que valga ante el lujo y la sensación casi embriagadora (exhilarating, dicen los ingleses) de ser tu propio dueño. Pasear por los pasillos de la feria, en buena compañía,  hablar de libros y no de ventas, de escritores y no de fichajes, fue relajado y no parecía trabajo (aunque lo era). Terminamos cansados (eso sí fue como siempre) y vimos muchísimos libros interesantes. Conocimos a editores de aquí y de fuera que están impulsando sellos magníficos, unos más establecidos y otros más nuevos. Un balance redondo para un Frankfurt increíble.

El inconveniente, claro está, es que la tarea literaria queda aparcada detrás de la montaña de trabajo del día a día. Pero no me quejo, porque es difícil estar mejor. En el frente laboral, septiembre ha sido un mes fantástico y octubre promete. Y en cuanto cruce la frontera de noviembre, me alejaré un poco del día a día virtual para sumergirme en los personajes de mi tercera novela, que están pidiendo a gritos una revisión pausada, en una mesa de roble y con té humeante al lado, en lugar del repaso que les doy, a salto de mata en aeropuertos, habitaciones de hotel y en sobremesas robadas al sueño. No sé por qué se dejan. Será que saben cuánto les quiero.





13.9.10

Entrevista y reseña en Anika entre Libros



Septiembre empieza con tantas cosas que una sola entrada no basta para contarlas; de momento, os dejo el enlace de la magnífica entrevista de la página Anika entre Libros a cargo de Ariodante, así como la reseña de La dama y el león. Me han hecho ya suficientes entrevistas como para distinguir cuáles se enmarcan en la noticia (que se agradece) y cuáles intentan profundizar en mis novelas (que se agradece aún más). Fue un placer contestar las que podéis leer en este enlace, porque me hicieron reflexionar sobre qué escribo, cómo y para qué. ¡Que las disfrutéis!

31.7.10

El largo y cálido verano


Cierto, he caído de nuevo en la tentación de citar el título de una película que quizá no pase a la historia del cine -aunque es una buena adaptación de Tennessee Williams- pero es inolvidable en mi imaginario fílmico. Hay algo para todos: desde el derroche de química entre Paul Newman y Joanne Woodward, hasta el orondo y avasallador Orson Welles, una coqueta Ángela Lansbury antes de ser Jessica Fletcher, pasando por una Lee Remick que no sé si viene antes o después de Anatomía de un asesinato, pero cuyo personaje flirtea igual que respira. Pero sobre todo, El largo y cálido verano es sol sin piedad, un estanque ahogado, vestidos de algodón que se pegan al cuerpo por el sudor y casas que respiran calor. No conozco el sur de Estados Unidos -no, desde luego, ese sur del que escribe Williams- pero para mí el verano siempre es tiempo de leerle, y sobre todo revisar las adaptaciones fílmicas de sus obras, otra vez. Así aprovecho para desearos a todos un feliz largo y cálido verano.








4.7.10

Día de la independencia



En Estados Unidos celebran hoy el Fourth of July. El 4 de julio de 1776 se independizaron de la Corona Británica y adoptaron la Declaración de la Independencia, y hasta hoy ese día se celebra con fuegos artificiales, fiestas y un largo fin de semana de descanso y celebración de su libertad.

Celebro y admiro la sabiduría del Nuevo Mundo, que sabe de la importancia de recordar las libertades porque así también se habla del precio que hubo que pagar para conseguirlas, y no se dan por sentadas. Todos tenemos algo de lo que independizarnos, y seguro que no es fácil mirar de frente al ejército británico y decir que no, que esta vez no pasará de largo nuestra oportunidad.

Por más difícil que resulte, lo cierto es que una vez segadas las ataduras, desde las mayúsculas  banderas hasta las más nimias esclavitudes cotidianas (un impuesto arbitrario sobre el té, por ejemplo, fue el catalizador del malestar de las colonias americanas contra los británicos) esa independencia se atesora como una verdad redescubierta, como esas frases de los libros de la infancia que cobran sentido mucho tiempo después, cuando se leen habiendo vivido. Y uno se da una palmada en la frente y dice: "Pero, ¿cómo se me ha podido olvidar? Es así, era esto, esto es cierto".

Feliz día de la independencia :)

PS: La imagen, claro, es del actor Will Smith, protagonista del artefacto hipnótico Independence Day. Creo que esa película va camino de ser el Qué bello es vivir del 4 de julio.

13.6.10

Yo también creo en Billy Wilder



Ante la noticia de que hace ya cincuenta años del rodaje de la magnífica película El apartamento, me he dado un respiro en la escritura de la novela para revisar, casi sin respirar, la agridulce historia del pobre diablo Jack Lemmon y su damisela encarnada en una jovencísima Shirley McLaine. Fluyen las escenas con tan pasmosa facilidad que uno pensaría que lo fácil es rodar una obra maestra. Hace pocos días, vi Sin perdón, después de algunos años desde su estreno, y de nuevo volvió a desfilar ante mis ojos una historia sencilla y sincera, la del viejo asesino redimido que no perdona el maltrato atroz a una prostituta ni la muerte torturada de su compañero de trasiegos Morgan Freeman. Gran Torino es otro regalo del que fuera Harry el Sucio y que parece empeñado en demostrarle al tiempo lo equivocado que está creyendo que le tiene la partida ganada.

Enumero estas películas, como podría hablar de muchas otras, anteriores o posteriores, todas con características comunes: rodadas sin tremendos presupuestos, desprovistas de estrellas de a millón de dólares el kilo, y que funcionan aún hoy como un mecanismo de relojería. Así que, después de asistir, entre incrédula y desalentada, a varias películas con aspiraciones de romper la taquilla o dejarnos boquiabiertos: Avatar, Inglorious Basterds, o Robin Hood, y pensar, "Billy Wilder que estás en los cielos, asístelos porque no saben lo que hacen", me acomodé en el sofá para celebrar que Jack y Shirley llevan cincuenta años jugando a cartas.

2.6.10

Junio vándalo



Después de la entrega de otro artículo que tenía pendiente, en esta ocasión para la revista Historia y Vida, ando enfrascada en la lectura del volumen Épocas medievales de Eduardo Manzano de la serie Historia de España recientemente editada por Crítica. No es la primera vez que confieso mi debilidad por el estilo  y la destreza de dicho historiador, que consigue en una extensa obra de 880 páginas volver a contar la Edad Media en su más amplia cronología, armado de fluidez narrativa, concisión y un absoluto dominio del tema que le ocupa. Arranca la obra con un breve repaso a las oleadas bárbaras que asolaron el Imperio en sus últimos años.

Por eso pienso en el mes de junio de 455, y en la Roma calurosa en la que logró entrar Genserico después de que los propios gobernantes del Imperio le pusieran las cosas fáciles: Petronio Máximo, que debería ser conocido como El Breve pues fue emperador desde el 17 de marzo hasta el 31 de mayo, había usurpado el trono de Valentiniano III. Esto le dió a Genserico una excusa, si es que la necesitaba, para considerar que el tratado que había firmado con el desaparecido emperador era agua pasada. Llegó con facilidad a las puertas de Roma, y el cronista de la época, Próspero, relata que fueron las súplicas del papa León I las que impidieron una masacre. En lugar de segar vidas, las tropas de Genserico se limitaron a entrar en la ciudad, arramblando con oro, plata y objetos de valor durante casi quince días, que debieron ser largos días de junio para los habitantes de la ciudad de las siete colinas. En cuanto a Petronio Máximo, fue víctima de la multitud romana, enfurecida por la cobarde actuación del que debiera haberles defendido hasta la muerte: trató de huir como una rata, y como tal murió a manos del pueblo.

Ironía del destino que se repite como una lección antigua: Eudocia, nieta de Gala Placídia, terminó  como su abuela, secuestrada por los vándalos y casada con uno de ellos. De mujeres romanas y de sus destinos versa el texto de mi artículo. Avisaré de la fecha de publicación, y espero que lo disfrutéis tanto como yo lo he hecho escribiéndolo.

14.5.10

Artículo en Muy Historia




Como sabéis, en el blog suelo alternar el comentario distraído sobre comportamientos humanos (y no tan humanos), tendencias editoriales, novedades y libros que me interesan, o anécdotas de la historia y de la Edad Media que me parecen llamativas. Estos últimos tiempos, debido a que me dedico más a fondo a escribir y difundir lo que escribo, creo que estoy cruzando la frontera de la información y adentrándome, para mi gusto más bien discreto, en la promoción. Sólo me cabe pedir disculpas por anticipado y escudarme, que no excusarme, aduciendo que este espacio está diseñado para contener noticias de mis libros, y por extensión de mis actividades creativas.

El largo preámbulo denuncia que preferiría tener más tiempo para una entrada sobre  el descubrimiento de pecios medievales en el Báltico, o el lunes que viene, hablaros de la historia que contienen las piedras de Roma dónde estaré este próximo fin de semana, si las  cenizas volcánicas son indulgentes. O bien detallar lo mucho que me está gustando la lectura de Nosotros, los cátaros, de Michel Roquebert, cuyo texto me está ayudando a preparar mi próxima novela. O el gozo que me produce contemplar el volumen Épocas medievales, del historiador Eduardo Manzano, cuyas obras anteriores tanto me sirvieron para dotar a La tierra de Dios de un marco histórico documentado.

Pero me temo que sólo tengo tiempo de contaros que estoy encantada porque este mes de mayo se publica el artículo "Mujeres de armas tomar" que escribí para la revista Muy Historia. Así que os recomiendo que lo busquéis, pues el número entero gira alrededor de la mujer y el poder en la historia hasta la actualidad, y contiene otros artículos igual (¡o más!) interesantes. En todo caso, quería contaros de este artículo porque es el primero que se publica de los que he estado entregando durante estos meses de trabajo tan diverso y, afortunadamente, divertido.


12.5.10

Etimologías dispersas

Desde que empecé a aprender inglés, hace ya más años de los que quiero acordarme, me llamaron la atención los "falsos amigos". Así se designan a las palabras del idioma de destino que se parecen, por su pronunciación o escritura, a una palabra del idioma original pero que no tienen el mismo significado. Me fascinaba el concepto, la belleza de la metáfora y la limpieza encapsulada: ojo, cuidado, no te fíes, parece una cosa pero es otra. Un falso amigo habitual: exit, en inglés, que no es éxito, sino salida. Hubo un tiempo en que los despistados miraban los umbrales ingleses y no sabían si debían jalear y aplaudir. Pero hoy viajamos todos demasiado, hemos visto demasiadas puertas con carteles en letras rojas que rezan EXIT, o demasiadas películas quizá, como para que nos las den con queso tan escurridizo.

Otra palabra, hablando del inglés, que siempre me ha gustado y que huele a falso amigo es accountability. Hunde raíces en lugares que parecen contables, pero de números y columnas sólo tiene el aire: es un contundente responsabilidad, y también es más: se cruzan en sus letras la ética y la gobernanza, la noción de que debemos responder de nuestros actos, ser responsables de los mismos, estar dispuestos a dar explicaciones y a justificar nuestras acciones. Es el balance moral que todos llevamos consigo, nos guste o no. En los gobiernos, es tarea obligada dar a los ciudadanos razón de sus actos. En las personas, es el equivalente a mirarse al espejo y ser consciente de sus acciones (o inacciones) y consecuente con ellas.

Así, el falso amigo accountability engaña dos veces: porque no es un mero contable y porque no todo el mundo es capaz de introducirlo en su vocabulario cotidiano. Después de todo, un idioma siempre es más que la suma de las palabras que lo componen.




26.4.10

Portada edición Círculo de Lectores



Sin palabras. 

Bueno, sí: hermosa, fulgurante, bermellón medieval. La cubierta de la edición de Círculo de Lectores de mi primera novela. ¿Es o no es una maravilla? Y que conste que ya estaba enamorada del diseño en tonos azules que se hizo para la edición de librerías. Una bellísima imagen para empezar la semana.

23.4.10

Feliz Sant Jordi 2010



Barcelona se ha despertado con el cielo despejado. Saldremos a la calle, faltaría más, porque hoy es un día especial y desde hace diez años no me lo pierdo. Buscad vuestro libro, que por ahí anda esperando que lo encontréis. Respirad libertad, respirad libros y feliz Sant Jordi.

12.4.10

I Premio Hislibris de Literatura Histórica - Categoría Mejor Autor Español 2009



Nadie sabe nada, y cada día es una sorpresa. Esta mañana, cuando terminaba de darle formato a  la última entrada, pensaba en redactar un texto con más tiempo y documentación previa para la próxima, como intento escribir mis novelas, en lugar de convertir mis manos en mangueras y arrojar chorros de palabras contra la pantalla blanca, como suelo terminar escribiendo mis novelas. 

Pues ha sido que no. Porque la noticia que me hace regresar a este blog es tan buena y me hace tan feliz, que sería un egoísmo por mi parte no embadurnar el hiperespacio con mi alegría. Como os decía en la anterior entrada, apareció una reseña de mi libro La tierra de Dios en la página hermana de Hislibris, y al ir a buscar el enlace para colgarlo aquí, ¡he descubierto que estoy nominada en la categoría de Mejor Autor Español 2009 de los I Premios Hislibris de Literatura Histórica! Para quién no lo sepa, la página Hislibris ocupa el puesto 39 en el Top Wikio de blogs sobre literatura, y es una referencia para el lector de novela histórica. Así que no hace falta que os diga lo contenta que estoy y lo honrada que me siento.

No me extiendo más, porque dicha la alegría, sólo queda imaginarla. Quisiera agradecer desde aquí esta nominación, que además es en buenísima compañía, con los siguientes autores: León Arsenal, Santiago Posteguillo, Olalla García y Fermín Goñi. ¡Mil gracias y mucha suerte a todos! Y ahora, con vuestro permiso, ¡voy a celebrarlo!

La dama y el león, en Círculo de Lectores


Una feliz noticia para esta semana de calentamiento de Sant Jordi y mil y una cosas más: antes de las vacaciones de Semana Santa, recibí la noticia de que Círculo de Lectores, el club del grupo editorial Random House Mondadori, publicará La dama y el león en una de sus próximas colecciones de novela histórica. Así que, cuatro años después de su publicación, mi primera novela tendrá una segunda vida con los socios de Círculo de Lectores.

Además de la obvia alegría que siempre produce encontrar nuevos lectores, para mí es especialmente significativa esta noticia porque mi primer puesto de trabajo en el sector editorial, al margen de las lecturas y traducciones que hacía, fue precisamente en Círculo. Aprendí mucho, pasé buenos momentos y otros no tanto, pero sobre todo recuerdo con mucho cariño al grupo humano que allí conocí. Por eso, la llamada que recibí hace unos días, anunciándome esa publicación, fue una excelente manera de empezar mis vacaciones.

La otra buenísima noticia es que no será la única edición de un libro mío este año. Os mantendré informados :)

Tempus fugit



¡El tiempo vuela, falta y os confirmo que es oro! Consciente de que llevo varios días sin actualizar el blog (por buenas y divertidas razones) os hago un pantallazo rápido de los cambios introducidos: he colgado las dos reseñas de "La tierra de Dios" que salieron el pasado mes de marzo, tanto en la estupenda página de Ciberanika, de sobras conocida para los que leen y navegan, como también en la página hermana de Hislibris, La2Revelación. Encontraréis los enlaces actualizados en la sección "Prensa".

El próximo mes de abril se publicará en la revista Muy Historia un especial sobre "Mujeres y poder", dónde se recoge un artículo mío sobre mujeres guerreras y líderes militares de la Historia. ¡Espero que lo disfrutéis!

25.3.10

El rostro de un rey


Estos días han saltado a las páginas de los periódicos los descubrimientos realizados por el equipo de arqueólogos y científicos que trabajan con el cuerpo embalsamado de Pere el Gran (1240-1285), que reinó sobre Aragón, Valencia, Barcelona y Sicília. Entre las múltiples pruebas que se le practicarán al cuerpo -aparte del TAC y otras ya efectuadas- está prevista una reconstrucción facial, como las que vemos en las series de policías científicos y parecida, seguramente, a la que se hizo con Cleopatra o Nefertiri y que ilustra esta entrada.

¿Por qué estremece pensar en los rasgos que tendría Pere el Gran? O cualquier otro ser procedente de nuestro pasado antiguo, si vamos a eso. ¿Cómo sería la cara de la Mujer X de Siberia, cuyo ADN mitocondrial es distinto del resto de homínidos de su tiempo? Los rostros del pasado, esculpidos para siempre en una gravedad helada, inmortal, quizá nos recuerdan lo fútil de las ambiciones humanas, lícitas y pequeñas. Tal vez en los ojos vacíos de una reina egipcia leemos la burla de nuestro propio futuro, hermano del mismo barro. 

Admiro el trabajo callado y deslucido del ejército de científicos de la historia, de las que en un tiempo fueron mal llamadas ciencias auxiliares como la paleoarqueología. Aunque la Historia de las Mentalidades hizo mucho por cambiar la perspectiva reduccionista de una historia estatuesca, del pozo de la tierra siguen extrayéndose pedazos de nuestro pasado que seríamos incapaces de comprender sin la labor de los arqueólogos, como símbolos de una piedra de Rosetta por traducir.

16.3.10

De listas y listos


Leo en los blogs anglosajones que la American Book Review, revista literaria fundada en 1977, ha emitido una lista de los peores cuarenta libros publicados. No he profundizado lo suficiente como para desentrañar qué periodo de tiempo abarca este análisis. El documento se puede encontrar en la página de la ABR: no es un listado al uso sino una serie de reseñas negativas que analizan el porqué de la mala escritura. Aparece D.H.Lawrence y su Women in Love, la cual confieso recordar más por la adaptación fílmica y por la presencia de Alan Bates y Oliver Reed. La lista sigue, implacable: por ejemplo, de Revolutionary Road de Richard Yates, el crítico que se ocupa de valorarla afirma que es mala porque ha sabido convencer a mucha gente de que es un buen libro. Y por supuesto, la lista se cierra con la consabida mención a El código Da Vinci.

Me sorprende esta iniciativa, no puedo ocultarlo. En nuestro mundo no-lector, sobran los dedos acusadores y me parecen mucho más bienvenidos los que señalan en la dirección deseada por el reseñador. Sé de muchos que, si no salen satisfechos de la lectura, sencillamente no la comentan. Es una forma menos agresiva y más sutil, pero igualmente eficiente, de crítica literaria.

15.3.10

Sinonimias



La mediocridad despierta al coleccionista de sinónimos que hay en mí.

sandez.

1. f. Despropósito, simpleza, necedad.

2. f. Cualidad de sandio.


necio, cia.

(Del lat. nescĭus).

1. adj. Ignorante y que no sabe lo que podía o debía saber. U. t. c. s.

2. adj. Imprudente o falto de razón. U. t. c. s.

3. adj. Terco y porfiado en lo que hace o dice. U. t. c. s.

4. adj. Dicho de una cosa: Ejecutada con ignorancia, imprudencia o presunción.



ignorancia.

(Del lat. ignorantĭa).

1. f. Falta de ciencia, de letras y noticias, general o particular.



presunción.

(Del lat. praesumptĭo, -ōnis).

1. f. Acción y efecto de presumir.

2. f. Der. Hecho que la ley tiene por cierto sin necesidad de que sea probado.


PS:Cortesía del Diccionario de la lengua española y su buscón.


12.3.10

En la muerte de Delibes



Recuperar el ejemplar descosido de "El príncipe destronado". Comprar su correspondencia con el editor Josep Vergés. Volver a leer su prosa enjuta en "El camino".  Conmiserarse de "Los santos inocentes". Contemplar la lucha de religiones en "El hereje". Quedarse parado frente a "La sombra del ciprés es alargada". Velar por siempre las "Cinco horas con Mario".

5.3.10

Las mujeres samurai



Entre papeles y libros, documentándome para un artículo con fecha de entrega (el trío de palabras más importante para un autor, después de disciplina y suerte), contemplo un grabado con la imagen de Tomoe Gozen, la mujer samurai (onna bugeisha) más destacada del período Heian en el Japón medieval. La descripción de Tomoe en el Heike Monogatari reza así: 

"Tomoe era especialmente hermosa, de piel blanca, pelo largo y bellas facciones. También era una excelente arquera, y como espadachina era una guerrera que valía por mil, dispuesta a confrontar un demonio o un dios, a caballo o en pie. Domaba caballos salvajes con gran habilidad; cabalgaba por peligrosas pendientes sin rasguño alguno. Cuando quiera que una batalla era inminente, Yoshinaka la enviaba como su primer capitán, equipada con una pesada armadura, una enorme espada y un poderoso arco; y ella era más valerosa que cualquiera de sus otros guerreros."

¿Por qué será que la mujer guerrera siempre es más valiente, más ardida y más feroz que los demás soldados? Pienso que será tal vez por la idea subyacente (llámese así o prejuicio) de que para empuñar un arma, hace falta que la mujer sea doblemente valiente, ardida y feroz pues se le supone que aparte de doblegar al enemigo, está venciendo a su naturaleza femenina. Hasta ahora mis personajes protagonistas han sido mujeres, aunque rodeadas de hombres, como no podía ser de otro modo en  la Edad Media. Y si las he dotado de valentía, es porque me parece que hay que serlo, y mucho. El mundo es peligro: tiembla el mar y se abren las entrañas del mundo; el eje de la Tierra cambia. Y sin embargo, los seres humanos sobreviven. Por Tomoe y por todos los valientes. Feliz viernes.

3.3.10

La hora bruja

 
 
En la Edad Media, cuando la oscuridad se comía hasta a las antorchas, lo nocturno era temido, lugar de demonios y hogar de brujas. Jorge Luis Borges tiene un poema sobre la noche dónde afirma que "nadie puede contemplarla sin vértigo". No sé cuándo lo escribió, si antes o después de que ésta le invadiera para siempre, pero me estremezco igual. La noche en que me hace pensar Borges no es la noche ciudadana, de neón y semáforo, sino a la que se encuentra montaña arriba o mar adentro, entre olas o en las cimas, cuando lo sacrílego es hablar porque cuando la Tierra manda, hay que enmudecer. Es la noche que abre la puerta de las brujas y la magia, escribir es la única alternativa lógica y los matices aburren como el color gris.

PS: El caos acompaña a la hora bruja: en economía, designa la coincidencia de distintos vencimientos  de pagos, que pueden producir altísimas volatilidades (otra hermosa palabra económica) en la Bolsa, pero para mí es igual de caótica y mucho más hermosa la dama Claudette Colbert, en la película tan apropiadamente titulada Medianoche, dirigida por Mitchell Leisen y con Don Ameche como galán. Un inmenso John Barrymore devoraba cuanta escena se le ponía por delante.

28.2.10

La cicatriz móvil



Desde que dedico la mayor parte del día a leer y escribir (actividades tan agradables que pido perdón mentalmente cada dos por tres al tótem de turno porque no concebía que la vida pudiera ser tan generosa), dispongo de más tiempo para atender a mis lectores, y los más avezados me han escrito para comunicarme la detección de algún que otro gazapo que se deslizó entre las páginas de mi novela La tierra de Dios. Tengo que decir que salvo excepciones, el contenido de los mensajes es comprensivo, atribuye el error a un lapsus (como así fue) y asegura que han disfrutado sin mayores problemas de la historia, los personajes y la recreación histórica; de lo cual me alegro mucho, y me alivia no sabéis de qué manera.

Como digo, mi tiempo ya no es un bien escaso, situación que es excepcional, como tan lúcidamente describe Javier Marías en esta entrevista. Ese tiempo es lo que me ha permitido encontrar esta página en la web de reseñas literarias de Anika entre Libros: una lista de gloriosos gazapos compilada por los lectores. Y allí recibe todo el mundo, merecidamente: contratapas que no tienen nada que ver con el interior, descoordinación temporal entre las distintas tramas, informaciones que saltan de un personaje a otro como por arte de magia. Dan Brown recibe, sobre todo, por su caprichoso uso de las vías de tren andorranas, siendo que éstas al parecer no existen. El gazapo que más me ha llamado la atención, por breve y por ser el autor Alejandro  Dumas, es uno relativo a la obra Los tres mosqueteros, que yo había seleccionado como una de las diez novelas que me llevaría a una isla desierta (y hoy me reafirmo en esa decisión).

Firmado por un tal Doctor Lecter, el gazapo reza así: "En la pagina 29, Rochefort tiene una cicatriz que le cruza la mejilla, en la 60 la tiene en la barbilla y en la 70 en la sien. ". ¡Es genial y fantástico! No esperaría yo menos de Dumas, escritor compulsivo, corredor del papel en blanco, devorador de hojas para quién revisar y revisar y revisar hasta la extenuación era no solamente un lujo que no podía permitirse, sino también la antítesis de toda su literatura flamígera y apasionante. Brindo por esa cicatriz bailarina y desvergonzada, que convierte a Rochefort en un ser aún más monstruoso: ¡un desfigurado posmoderno!Ahora mismo voy a poner el libro en mi pila de relecturas pendientes.


PS: Iba a poner encabezando la entrada una imagen del conde de Rochefort, pero he dado con este exuberante cartel (y cómo no ha de serlo, con la Milady de Lana Turner en primerísimo plano), y no me resisto a desearos un buen domingo con un guiño camp.

25.2.10

Lealtades y (des)lealtades


Hoy es día de alborozo, y ahora explico la razón. Me permitiréis que en lugar de hablar de letras, mencione números. Concretamente, las visitas que este humilde blog ha recibido durante el pasado año, del período del 1 de febrero de 2009 al 1 de febrero de 2010. Casi cuatro mil visitas, y tres mil usuarios únicos, han leído, visto o echado un vistazo a unas seis mil páginas de este blog. De entre todos ellos, mil usuarios eran visitantes recurrentes. (¿Que cómo lo sé? Gracias al Gran Hermano Google Analytics, la herramienta de información de todo administrador de blogs que se precie). Así que no puedo por menos que agradecer la lealtad y fidelidad de mis lectores del blog, y desear que estas líneas os sigan entreteniendo durante, como mínimo, otro año más.

De la lealtad se habla mucho y se sabe poco. Sólo cuando es necesaria como la venda para una herida, se averigua si está o no está. Yo estoy segura de cuándo he sido leal, a personas, sentimientos o libros, y también de cuándo he sido recompensada con actos de lealtad. En esa certeza reside, creo, uno de los mayores tesoros de sabiduría que he descubierto en mi vida, porque aunque vivo de la ficción, no vivo en ella.

Uno de los autores a quién sigo siendo leal, a pesar de que no escribe ficción, es Jonah Lehrer. Este insolentemente joven escritor (basta entrar en su página web para comprobarlo) ya me pareció, cuando lo leí por primera vez, una de las voces más singulares e interesantes de la próxima generación de divulgadores científicos, y por ello no dudé en adquirir sus derechos durante mi etapa como editora. Está a punto de publicarse su primer libro, Proust y la neurociencia, del que Oliver Sacks afirma que "su estilo incisivo es reflexivo a la par que modesto". Reflexión y modestia, lealtad y libros. ¡Feliz lectura!

PS: Revisando a Shakespeare via Brannagh, con todos sus manierismos, pero ¡qué festín!

21.2.10

Kalamazoo



Contra el cansado cinismo del Viejo Mundo, a veces me cuesta no abrazar y cubrir de besos la frescura descarada del Nuevo. Existe un congreso medieval en Estados Unidos que reúne a más de tres mil medievalistas cada año, y junto con otros eventos, es una cita obligada de los historiadores especializados en la Edad Media. Lleva celebrándose durante más de cuarenta ediciones. Del índice de sesiones ya se deduce que esto no es una mesa redonda local para vanagloria de los mismos pocos de siempre: hay un debate sobre la historiografía de las Cruzadas, un paper sobre la autoridad religiosa del obispo de Cracovia en la Edad Media, o un estudio de las alegorías ciceronianas en la Morte d'Artur de Malory.... En fin, cosa seria. ¿Y dónde, preguntaréis, se celebra dicha reunión de mentes pensantes y escribientes, de jóvenes aprendices, de  sesudos académicos, de editores, libreros y bibliotecarios? ¿En Washington, en un corro respetuoso delante de la estatua de Lincoln? ¿Boston, quizá, o Philadelphia, por aquello de los padres fundadores? ¿O en Columbia, o Stanford, u otro campus egregio de alguna universidad de la Ivy League? ¿O es que algún millonario ha destinado su fortuna a comprar una propiedad de aúpa en The Hamptons, para disfrute de los intelectuales?

La respuesta es Kalamazoo, Michigan. No es la capital del estado, aunque sí es la ciudad más grande, superando los setenta mil habitantes. Hay una universidad importante, y también allí está la sede Pfizer, cosas de la vida. Un dicho reza: "de Tombuctú a Kalamazoo"y también se la conoce como "K-Zoo" o "El Zoo". Hay un aeropuerto, el Kalamazoo/Battle Creek Airport. Ya os hacéis a la idea. Fantástico, ¿verdad? Me encanta. Jamás he asistido a dicho congreso, pero está en mi lista de pendientes vitales: estoy suscrita a varias listas de información sobre historia medieval, y en los meses anteriores al congreso de Kalamazoo, los participantes se animan y se agitan como adolescentes norteamericanos ante la perspectiva del baile de la promoción. Un acontecimiento de innegable importancia académica, y que aún genera tanta ilusión entre los asistentes debe ser digno de verse. Así que, ¡viva El Zoo! Y mientras, que paséis un buen domingo entre amigos.


20.2.10

Diez reglas para escribir ficción


No soy amiga de las listas de consejos para escribir mejor. Creo que si escribir es (atención: sigue definición amplia) poner palabras una detrás de otra con acierto para contar una historia, la única forma de aprender es imitando (en el sentido clásico, que no pedante, de la palabra: siguiendo al buen amigo Aristóteles) a los (muchos) que han escrito bien antes de uno. Pero admito que me divierten las respuestas de algunos escritores consultados en estas listas. A raíz de las diez reglas enunciadas por  Elmore Leonard, en el diario The Guardian responden otros autores, entre ellos Margaret Atwood, Phillip Pulman, Sarah Waters o Zadie Smith. Hago un batido personal y os traduzco las diez  siguientes:

1 - ¿Vas en serio con lo de escribir? Búscate un contable (Hillary Mantel, ganadora del Booker 2009)
2 - Trabaja con el corazón ligero y esperazando. Pero prepárate para lo peor (Joyce Carol Oates)
3 - Avanza lentamente y con cuidado (Annie Proulx)
4 - Mi principal consejo es que rechaces propuestas como esta, que  distraen y no  permiten concentrarse en escribir (Phillip Pulman)
5 - Lee mucho (Ian Rankin)
6 - Escribe mucho (Ian Rankin)
7 - Reescribe (Will Self)
8 - Lo más parecido que tengo a una regla es una cita de Flaubert, colgada en un post-it delante de mi escritorio que dice "Faire et se taire", que viene a ser: "Escribe y calla" (Helen Simpson)
9 - Acaba todo lo que empieces (Colm Tóibin)
10 - Pásatelo bien (Jeanette Winterson)

Y ahora sí, vuelvo al trabajo. ¡Feliz sábado!

15.2.10

La devoralibros

El canibalismo de libros lo practiqué con fruición a los quince, los dieciséis, luego los veintidós y Dios mío, qué tan rápido llegaron los demás. La devoralibros que fui ha vuelto, y estoy gozosa. El denostado papel impreso me tiene presa y a gusto,  y no me dejo soltar. Estoy leyendo por placer y por trabajo; son dos yugos que se pelean por mis ojos y eso que yo se los cedo sin resistencia. Terminé con Joseph Conrad (si es que puedo dejar de pensar en el acantilado del viejo pirata y en la plata de la mina de santo Tomé) y me dejé caer por el palacio de los sueños y de las angustias de Imré Kerstez. Luego, porque prefiero equivocarme dos veces a no cometer errores, volví a caer en su abril quebrado. Después me apetecieron las fábulas de verdad e hice venir a Díaz del Castillo porque no hay como la crónica para romper para siempre y por un tiempo con el romanticismo. Y entretanto, le sigo prestando mis ojos a otros libros mientras éstos no miran. ¡Y sólo estamos en el mes de febrero! Me crecen los caninos cuando pienso en el festín de abril.

10.2.10

Principios y finales



It was the best of times, it was the worst of times. El socorrido principio de la novela de Charles Dickens prosigue con líneas igual de sabias hoy que ayer, pero el impacto de ésta cuenta con la bendición que besa a las primeras frases de novela, las que siempre recordaremos aún después de que pasen muchos años desde que se leyeron. Creo que por esa cualidad inmarchitable y hasta cálida, suelo recurrir tanto y tan a menudo a ella. También porque indefectiblemente (o excepto en  caso de falta flagrante de sentido del humor) arranca una sonrisa, y a mí me agrada ver sonreír.

Estos días, sin embargo, de un año corto y largo a la vez, tengo que serle un poco infiel a mi Dickens, porque el remolino de vértigos que son los días que empezaron sin querer se ha arrebujado en la primera parte de la primera frase (y si yo fuera Groucho añadiría de la segunda parte contratante de la primera parte). Es decir, que ya está todo aquí, que ya es tiempo de principios y finales. Se terminan novelas y se empiezan proyectos de esos que viajan con zancadas largas, con mariposas en el estómago y pulmones henchidos de aire y de orgullo. Así que hoy, y lo siento por Dickens, es el mejor de los tiempos, sin más. Muchos ánimos y seguimos.

PS: ¿Qué imagen tiene un final y un principio? Me ha costado decidirme.

6.2.10

Up in the Air


Un balón de oxígeno inteligente para nuestras vidas cómodas e incómodas. Sí, el protagonista es George Clooney pero eso es lo de menos (o en todo caso aquí pesa el actor, no el icono). Con los pies en el suelo pero la cabeza en todas partes, me tomo un respiro (¿o es un Nespresso? Perdón por la publicidad inevitable) para recomendaros esta película, un soberano antídoto contra la sandez, que además de todo eso, es buena.

2.2.10

De moda y literatura



No, esta entrada no va de suecos best-séllers (que están de moda) ni de novela negra (que también lo está porque estos días Barcelona cambia de nombre y se llama BCNegra, por lo menos hasta el 6 de febrero en que se celebrará el fin de fiesta en la conocida y querida librería Negra y Criminal).

No, esta entrada trata de un artículo que relata la iniciativa (a mis ojos, inaudita)  de unir moda y literatura de la siguiente manera: veinte diseñadores veinte seleccionados por la Asociación de Creadores de Moda de España, entre los que se cuentan nombres como Devota y Lomba, Amaya Arzuaga o Purificación García, más un grupo de diseñadores húngaros y belgas, han aceptado el reto del proyecto impulsado por la Presidencia española en Europa, el Instituto Cervantes, y una retahíla de colaboradores culturales demasiado larga como para reproducirla, de plasmar en diseño veinte textos imprescindibles de la cultura en lengua castellana. Se ve que han hecho sus deberes y han leído a Barthes.

Así, las agujas más dotadas del país (y de Bélgica y Hungría, que también se han apuntado por aquello de que cuantos más, mejor) se han dedicado a imaginarse cómo serían en tela, color, forma y textura las obras de María Zambrano, Miguel Delibes, Carmen Martín Gaite, Carlos Fuentes o Gabriel García Márquez. La comisaria de la iniciativa la califica de "torre de Babel de los sentidos". Lo dicho, que no salgo de mi asombro, pero bienvenido sea porque la sorpresa es hija de la curiosidad, y la inteligencia, prima hermana de todas ellas. ¡Feliz semana!

PS: El traje de en medio corresponde al diseño de Amaya Arzuaga sobre María Zambrano.

31.1.10

La ley de la selva (amazónica)


Ante todo, una disculpa a los lectores aficionados a la historia, la Edad Media, la novela histórica o la literatura en general, pues éstos son habitualmente los temas centrales de mis entradas. Pero llevo un tiempo dedicándole, consciente de ello, más espacio a los aledaños de las letras (es decir, al modelo de negocio del libro) porque, ya que somos no sólo lectores y autores sino también consumidores, me parece válido hablar también de los vaivenes del sector. Igual que, llegado el momento, hablaré de una feria del libro, el proceso de selección de un título o la ardua tarea de encontrar al diseñador perfecto para una colección (y hago un inciso travieso: ¿para cuándo un Meetic de editores-diseñadores? Porque hallar el diseño ideal es como enamorarte: hay flechazos y relaciones cansinas, pequeñas mentiras y grandes ilusiones. En fin, otro día será).

Hoy, después de la tempestad iPad, viene la calma... o no. Jeff Bezos, el nombre que manda en Amazon, debe haber agotado este mes sus reservas de Tranquimazin, sabedor de que sus competidores en el arte del artilugio no eran Barnes&Noble ni Sony ni nadie con otro aparato parecido al suyo (pun intended). No, el que le ha quitado el sueño antes y después de aparecer en sociedad es el iPad de Steve Jobs. Y efectivamente, movimientos violentos en las placas de magma de la jungla de Amazon se dejan ver con toda la arbitrariedad de las negociaciones en las que se juegan fortunas y tupés: cuando el presidente de MacMillan, grupo editorial de gran tamaño y mejor fondo, le sugirió a los chicos de Amazon que eso de poner el precio de sus títulos a $9,99 no le daba para que comiera ni el bedel de su sede en Wichita, la respuesta de la jungla vino tajante. Desde el sábado, y según las noticias que llegan del país de la libre competencia, Amazon ya no vende los e-books de MacMillan. Pero también ha decidido que no vende sus títulos en papel. Vamos, boycott puro y duro. Seguramente, a Jeff Bezos no le gustó ver que Apple había conseguido aliarse (únicamente para el mercado norteamericano, que ya sabe el departamento jurídico de Apple que Europa es otra cosa) con Penguin, HarperCollins, Simon&Schuster, Hachette y ¡oh, sorpresa! MacMillan, para ofrecer sus contenidos en el iPad.  ¿Herramienta de negociación? ¿Vil chantaje? La ley de Amazon: la mera idea de perder un monopolio en el que habrán invertido gillones (a servidora se le ocurrió un día este maridaje de gigas, giles y millones) hace sudar tinta china (que no electrónica).

Tan sencillo como eso, tan complicado como lograr que todos ganen un poco y nadie lo pierda todo: al surgir el primer competidor real al monopolio que Amazon estaba desarrollando en el libro electrónico, los editores han movido ficha, tratando de proteger su propia existencia (sustentada en base a los márgenes) y la de sus autores. En ese sentido, es honesta e ilustrativa la carta de John Sargeant, el presidente de MacMillan, a sus colaboradores. Y lo primero que MacMillan y los demás editores han preguntado es: ¿a quién *** se le ocurrió rebajar el precio del e-book a la mitad de la edición en tapa dura? Amazon no responde: ataca, y esto no es el futuro del libro. Está privando a los lectores aquí y hoy de acceder a los libros de MacMillan, no importa en qué formato. Afortunadamente el dominio electrónico de Amazon se acaba, y ellos lo saben. Pero el miedo cría miseria, y Jeff Bezos hoy ejerce la miserable presión de su frágil poder. Mañana, veremos.

PS: El señor de la imagen es Adam Smith.

29.1.10

El hombre discreto



El mejor homenaje a J.D.Salinger (1919-2010) es leerle de nuevo:

"Among other things, you'll find that you're not the first person who was ever confused and frightened and even sickened by human behavior.  You're by no means alone on that score, you'll be excited and stimulated to know.  Many, many men have been just as troubled morally and spiritually as you are right now.  Happily, some of them kept records of their troubles.  You'll learn from them - if you want to.  Just as someday, if you have something to offer, someone will learn something from you.  It's a beautiful reciprocal arrangement.  And it isn't education.  It's history.  It's poetry."

27.1.10

Año cero

Para el sector editorial, hoy sólo existe un nombre: Steve Jobs.



PS: Una vez seguido por twitter el evento de Apple para la presentación del iPad, y vistos los comentarios de los consumidores, la conclusión es que Kindle ha perdido la partida (blanco y negro contra color, imbatible) pero los editores y los autores seguimos en pie :) Apple propone una biblioteca al estilo de iTunes llamada, oh sorpresa, iBookstore. El iPad más barato a $499 y el más caro puede ascender a más de $800, si le añadimos mejor navegabilidad y memoria. Overseas, a partir de junio. Veremos. Ah, y un toque de imprevista cotidianeidad: las sorprendentes connotaciones  de higiene femenina que despierta el dichoso nombrecito entre las huestes anglosajonas, y el consiguiente rechazo entre las féminas, que preguntan si el equipo de márqueting de Apple está enteramente compuesto por hombres desinformados. Mientras, los businessmen dudan de si un nombre afín al mundo de la celulosa merece un lugar en sus negros maletines de eficacia. Al final, afortunadamente, el nombre no hace al objeto. En fin, cosas veredes.

18.1.10

The Slush Pile




En inglés, slush significa nieve medio derretida, fangosa o más generalmente, montón informe. Con ese término tan poco halagüeño describen los editores la pila de manuscritos (the slush pile) que llegan a una editorial por la vía directa del envío de autor, sin intermediarios o agentes literarios que los hayan filtrado. En el mundo editorial anglosajón es una excepción que surja un texto que se estime merecedor de publicación de entre esa pila de manuscritos, como se explica en este interesante artículo del Wall Street Journal. (También aborda los delicados problemas de propiedad intelectual derivados de un envío indiscriminado, especialmente en el campo audiovisual).

Sin embargo, a mi juicio (y últimamente miro más con ojos de autor que de editor, qué duda cabe) hay que destacar un punto en concreto del reportaje, y no es lo difícil que resulta abrirse paso hasta la mesa, los ojos y la atención del editor, sino lo democrático de las posibilidades que se abren a un autor novel: al parecer HarperCollins abrió en 2008 una página web, www.authonomy.com, en dónde el aspirante a ser publicado por la casa madre cuelga su novela, y en función de los votos de los lectores se elabora un ránking, cuyos manuscritos serán leídos por los editores de HarperCollins. El artículo del WSJ informa que cuatro novelas se han publicado por este sistema. Recuerda entrañablemente a las primeras ediciones de OT, cuando (aún) se trataba de encontrar perlas entre largas filas de aspirantes.

Así pues, es admirable cómo en tiempos inciertos los editores que miran hacia el gran público siguen refinando sus formas de optar por la literatura de masas, en este caso, ¡magistralmente logrando que las propias masas seleccionen los libros antes de ponerse a la venta! Es el sueño dorado de un ejecutivo, y el germen de la edición wiki (por si acaso, reclamo el acuñamiento del palabro que hoy en día por menos de un creative commons se queda uno sin reconocimiento público). Lo más divertido del asunto es que en el proceso final, puesto que es tan fácil colgar un texto en la web, el premio es la publicación en papel del texto electrónico. Es decir, que lo deseable y deseado es lograr dejar atrás el hipertexto, mera herramienta de transición, y convertirlo en el ansiado fetiche, el objeto hermoso, el injustamente denostado libro. A mí, qué queréis, en pleno marasmo de burbujas digitales, me cuesta poco encontrar pequeñas alegrías (y grandes ironías). ¡Feliz semana!

16.1.10

Noche




Después de ver la mención de Manuel Rodríguez Rivero en el suplemento cultural Babelia al texto "Night" del historiador Tony Judt, y buscar y leer y estremecerme al leer las palabras del hombre que sólo puede yacer, aquí os dejo el link al artículo del NYT. Cortesía de EL PAÍS, la traducción al castellano aparece este domingo.  Las noches inmóviles de Judt son, a mi juicio, el lúcido contrapunto para este sábado de cielo azul en Barcelona.

14.1.10

Nostromo




Casi de puntillas escribo esta entrada, para que parezca que no estoy, porque la nieve en Madrid convertía la ciudad en otra, en la que cada esquina prometía un fiel Bezukhov, y ahora que tampoco estoy en Barcelona, me arrebujo al calor del hervidero de Costaguana mientras Sulaco nace con la plata de Gould y nuestro hombre, nostr'uomo, Fidanza, se ocupa de proteger el tesoro a costa de su alma. (Nostromo, que no sabe cuál será su vida futura con la teniente Ripley). Conrad contra viento, marea, lluvia y nieve: el viejo marinero, el artero ilusionista, el sabio narrador, el antídoto contra los temporales. Faltan cien mil gargantas, dicen, porque se las ha tragado la tierra, y decido no estar un rato más.

7.1.10

Lo que el tiempo se llevó




Me quedo helada al leer la noticia de que un editor cristiano sito en los Países Bajos ha modificado el título de la novela de Joseph Conrad "El negro del Narciso" porque estima que la palabra nigger (más frecuente en la época de Conrad que en nuestros tiempos hipercorrectos, aunque al espectador habitual de The Wire no se le mueva una ceja al oírla) le quita lectores, y lo ha renombrado en el inglés original como The N-word of the Narcissus. Afirma, siempre según el artículo (y después de la inteligente inocentada/fogonazo de Stonehenge voy con mucho cuidado y cito las fuentes porsiaca), que "el pasado debe ser traducido al presente".

Bueno. Como traductora, no puedo estar más de acuerdo. Incluso me río con las adaptaciones zombis de Jane Austen -y esperad a que lleguen las monstruosidades marinas de Sentido y sensibilidad- pero una cosa es traducir y otra es tergiversar. Ambas palabras empiezan con la letra t y ahí acaba su parecido. Aunque los editores, históricamente, se han caracterizado por un libérrimo uso de su poder de decisión, debería haber límites saludables, como los títulos ya acuñados por el paso del tiempo. O que baje Joseph Conrad y lo vea.

¿Existió El Dorado?




Me emociono, como siempre que se publican este tipo de noticias sobre paraísos enterrados, tesoros perdidos o Atlántidas reubicadas, que tantas películas y novelas han alimentado, -incluida la última entrega de Indiana Jones- cuando leo que algunas exploraciones en el Amazonas podrían sustentar la idea de una gran civilización perdida, con ciudades de "brillantes y blancos caminos" e incalculables conocimientos, los necesarios para erigir edificios comparables a las pirámides egipcias. Gracias a las imágenes por satélite, los científicos que estudian los restos arqueológicos afirman que la población que habitaba esos asentamientos podría ascender a más de sesenta mil personas. Siempre según esas investigaciones, la antigüedad de esa cultura pre-colombina monumental podría estar entre el 200 A.C. y el año 1283. Sea como fuere, son cifras poblacionales impresionantes, y no precisamente comparables si pensamos en una ciudad de tamaño medio en el Occidente medieval. El artículo completo (en inglés) puede descargarse aquí.

3.1.10

De la equidistancia como una de las bellas artes


Pienso en Thomas De Quincey, ese gran fumador de opio, y por eso parafraseo su otro título más conocido, cuando leo la pequeña gran tormenta que se ha levantado estos últimos días de 2009 y primeros del flamante año 2010 acerca del libro digital, a resultas de algunos reportajes en los medios y subsiguientes comentarios en la red. Digo pequeña gran tormenta porque, afrontémoslo con toda la humildad y el buen humor que nos den los Dioses (eso sí, los del remake de "Furia de titanes", porque aunque no salga Harry Hamlin, espero esta nueva versión con fruición, por el duelo entre Liam Neeson/Zeus y Ralph Fiennes/Hades), digo que afrontemos ya que la batalla final del libro digital se librará en Anglosajonia, y no en España. Pretender adelantarnos es no conocer la diferencia entre la CIA y la TIA: esto es, que allí no se andan con chiquitas y aquí todos juegan a canicas. Por eso Markus Dohle, el presidente (glups) de Random House USA se quedó tan ancho el pasado 11 de diciembre comunicándole por carta a los agentes literarios norteamericanos que se considera propietario de los derechos digitales del fondo editorial de los sellos de su grupo. Y por nuestros lares, bueno, pues hacemos lo que podemos, y esperamos (todos, los de aquí y los de allí) a la conferencia de Apple el 26 de enero, a ver si Steve Jobs lo revoluciona (y soluciona) todo ya de una vez.

Digo equidistancia, y por eso me sale tan larga esta entrada, porque vivo dos realidades: la del que sabe lo que cuesta editar un libro y pagar a todos los colaboradores que aportan valor, belleza y solidez al contenido que empieza en bruto y termina en libro, como impresores, traductores, correctores, diseñadores, maquetadores y demás "pequeños detalles" del engranaje editorial, que tan fácilmente se obvian cuando se habla de que "el conocimiento es libre", pero que también comen lentejas como todos. Es cierto que las editoriales no suelen (siempre con honrosas excepciones) pagar bien esas tareas. Pero menos da una piedra, y con la que está cayendo, que es lo más parecido a una lluvia de criptonita, no quiero ni pensar cómo terminarán editándose los libros que vayan "directo a digital". Quién sabe, igual creamos un género como esas entrañables películas de serie Z dónde podemos reencontrarnos con Bruce Campbell y agradecerle a Sam Raimi que nos lo descubriera.

Y luego está la otra cara de la moneda: no puedo negarlo, soy la autora de "La dama y el león" y "La tierra de Dios", y quiero llegar a tantos lectores como sea posible, pero ganándome la vida, lejana aspiración desde los tiempos de Shakespeare, Dickens, Balzac, Scott y cualquier plumilla a destajo habido y por haber. Hay una sencilla división del margen editorial que establece que del 100% del precio de venta al público de un libro, autor y editor sólo perciben un 10% cada uno, un par de puntos más a lo sumo, o entre el 15 y el 20% si las ventas lo permiten (hablamos en ese caso de cifras del infinito, y más allá). Tal y como se están desarrollando las estrategias de negocio de todos los agentes del mercado, es decir, como la impagable escena del camarote de los hermanos Marx, nadie sabe cómo quedará ese reparto de márgenes editoriales, del cual también viven distribuidores y libreros, a quienes muchos entierran prematura y en mi opinión erróneamente. Lo que se echa de ver es que con un precio de 5 EUR, ni autor ni editor tiene cómo ganarse (legítimamente) la vida. Y algo me dice que antes recibirán (metafóricamente) los autores que los demás, y no precisamente regalías.

Pero bueno, ante todo mucha calma, y que el 2010 nos encuentre sin perder la sonrisa, que para eso siempre hay voluntarios. Para lo otro, ahí va un impagable cameo de Clive Owen en la serie Extras.