25.2.10

Lealtades y (des)lealtades


Hoy es día de alborozo, y ahora explico la razón. Me permitiréis que en lugar de hablar de letras, mencione números. Concretamente, las visitas que este humilde blog ha recibido durante el pasado año, del período del 1 de febrero de 2009 al 1 de febrero de 2010. Casi cuatro mil visitas, y tres mil usuarios únicos, han leído, visto o echado un vistazo a unas seis mil páginas de este blog. De entre todos ellos, mil usuarios eran visitantes recurrentes. (¿Que cómo lo sé? Gracias al Gran Hermano Google Analytics, la herramienta de información de todo administrador de blogs que se precie). Así que no puedo por menos que agradecer la lealtad y fidelidad de mis lectores del blog, y desear que estas líneas os sigan entreteniendo durante, como mínimo, otro año más.

De la lealtad se habla mucho y se sabe poco. Sólo cuando es necesaria como la venda para una herida, se averigua si está o no está. Yo estoy segura de cuándo he sido leal, a personas, sentimientos o libros, y también de cuándo he sido recompensada con actos de lealtad. En esa certeza reside, creo, uno de los mayores tesoros de sabiduría que he descubierto en mi vida, porque aunque vivo de la ficción, no vivo en ella.

Uno de los autores a quién sigo siendo leal, a pesar de que no escribe ficción, es Jonah Lehrer. Este insolentemente joven escritor (basta entrar en su página web para comprobarlo) ya me pareció, cuando lo leí por primera vez, una de las voces más singulares e interesantes de la próxima generación de divulgadores científicos, y por ello no dudé en adquirir sus derechos durante mi etapa como editora. Está a punto de publicarse su primer libro, Proust y la neurociencia, del que Oliver Sacks afirma que "su estilo incisivo es reflexivo a la par que modesto". Reflexión y modestia, lealtad y libros. ¡Feliz lectura!

PS: Revisando a Shakespeare via Brannagh, con todos sus manierismos, pero ¡qué festín!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustaron tus novelas y hasta que no llegue otra pues así voy leyendote aqui. Un besazo, María.

Claudia dijo...

Muchísimas gracias, Maria. Estoy en ello, estoy en ello... ;)