25.11.11

Cambio de dirección

¿Cómo se resume un año lleno de cambios? La última entrada de este blog es de diciembre de 2010, y la cantidad y calidad de las cosas que me han sucedido durante estos breves doce meses que van a cumplirse la semana que viene no puede caber en una entrada de blog.

Baste decir que a la mudanza física que me ha llevado de un pequeño ático en un barrio al que siempre querré mucho, a un piso de paredes blancas y altas (donde casi se adivina  tras un recodo a Audrey Hepburn, como  la maravillosa Eliza) añado la mudanza virtual de este blog, concretamente a otro en la siguiente dirección:


Los contenidos, como veréis, se han conservado y he decidido ampliar un poco más el espacio dedicado a mis novelas y mis traducciones. Lo confieso: me he pasado de Blogger a Wordpress :) También espero contar con más tiempo para contestar los comentarios, y para contar lo que me apetezca. Seguiré estando en mi Facebook y también en Twitter.

Gracias por estar ahí. Nos leemos :)

10.12.10

Desde Rusia con amor




Soy una impenitente visionadora de películas, así que no pude evitar recordar uno de los Bond films más inintencionadamente divertidos de todos los tiempos cuando recibí, despistada yo, un paquete que contenía cinco ejemplares con la cubierta de esta guisa. Lo primero que pensé, dado que por trabajo recibo muchos envíos de editoriales extranjeras con varios ejemplares del mismo libro fue: "Caramba, estos editores no se andan con chiquitas, y cuando mandan novedades, las mandan de verdad". Pero cinco eran demasiados, incluso para un editor recién agraciado por la ONCE, y miré la portada durante unos segundos, tratando de recordar en qué cita de trabajo pedí yo un libro así. Un laberinto. Personajes medievales. Un título corto, que el año de lengua rusa que estudié hace milenios me permitió descifrar como "Dama y...." Pues sí. Era la edición rusa de mi libro La dama y el león. Hermosa y rozagante, en las estepas cabalgan Aalis de Sainte-Noire y los demás personajes de mi primer libro. La extraña ilusión de mis palabras vertidas en un idioma que no puedo entender. Bienvenidas sean las alegrías, así sean todas las sorpresas.

14.10.10

Books, books, books



Como dijo Jack el Destripador, vayamos por partes: cosas que me hubiera gustado contaros aquí pero de las que hablé en mi Facebook. En la revista Historia y Vida del mes de septiembre se publicó un reportaje titulado "Las mujeres de Roma", firmado por esta servidora. Me hizo una ilusión especial pasar a formar parte de las páginas de esta excelente revista, igual que sucedió con Muy Historia el mes de abril. Fue genial.

Luego, durante la primera quincena de octubre estuve preparando la visita anual a la feria de Frankfurt, de las entrañables vanidades y los queridos oropeles, aunque también de las amistades de ley, viejas y nuevas. Descubrí que no hay veteranía que valga ante el lujo y la sensación casi embriagadora (exhilarating, dicen los ingleses) de ser tu propio dueño. Pasear por los pasillos de la feria, en buena compañía,  hablar de libros y no de ventas, de escritores y no de fichajes, fue relajado y no parecía trabajo (aunque lo era). Terminamos cansados (eso sí fue como siempre) y vimos muchísimos libros interesantes. Conocimos a editores de aquí y de fuera que están impulsando sellos magníficos, unos más establecidos y otros más nuevos. Un balance redondo para un Frankfurt increíble.

El inconveniente, claro está, es que la tarea literaria queda aparcada detrás de la montaña de trabajo del día a día. Pero no me quejo, porque es difícil estar mejor. En el frente laboral, septiembre ha sido un mes fantástico y octubre promete. Y en cuanto cruce la frontera de noviembre, me alejaré un poco del día a día virtual para sumergirme en los personajes de mi tercera novela, que están pidiendo a gritos una revisión pausada, en una mesa de roble y con té humeante al lado, en lugar del repaso que les doy, a salto de mata en aeropuertos, habitaciones de hotel y en sobremesas robadas al sueño. No sé por qué se dejan. Será que saben cuánto les quiero.





13.9.10

Entrevista y reseña en Anika entre Libros



Septiembre empieza con tantas cosas que una sola entrada no basta para contarlas; de momento, os dejo el enlace de la magnífica entrevista de la página Anika entre Libros a cargo de Ariodante, así como la reseña de La dama y el león. Me han hecho ya suficientes entrevistas como para distinguir cuáles se enmarcan en la noticia (que se agradece) y cuáles intentan profundizar en mis novelas (que se agradece aún más). Fue un placer contestar las que podéis leer en este enlace, porque me hicieron reflexionar sobre qué escribo, cómo y para qué. ¡Que las disfrutéis!

31.7.10

El largo y cálido verano


Cierto, he caído de nuevo en la tentación de citar el título de una película que quizá no pase a la historia del cine -aunque es una buena adaptación de Tennessee Williams- pero es inolvidable en mi imaginario fílmico. Hay algo para todos: desde el derroche de química entre Paul Newman y Joanne Woodward, hasta el orondo y avasallador Orson Welles, una coqueta Ángela Lansbury antes de ser Jessica Fletcher, pasando por una Lee Remick que no sé si viene antes o después de Anatomía de un asesinato, pero cuyo personaje flirtea igual que respira. Pero sobre todo, El largo y cálido verano es sol sin piedad, un estanque ahogado, vestidos de algodón que se pegan al cuerpo por el sudor y casas que respiran calor. No conozco el sur de Estados Unidos -no, desde luego, ese sur del que escribe Williams- pero para mí el verano siempre es tiempo de leerle, y sobre todo revisar las adaptaciones fílmicas de sus obras, otra vez. Así aprovecho para desearos a todos un feliz largo y cálido verano.








4.7.10

Día de la independencia



En Estados Unidos celebran hoy el Fourth of July. El 4 de julio de 1776 se independizaron de la Corona Británica y adoptaron la Declaración de la Independencia, y hasta hoy ese día se celebra con fuegos artificiales, fiestas y un largo fin de semana de descanso y celebración de su libertad.

Celebro y admiro la sabiduría del Nuevo Mundo, que sabe de la importancia de recordar las libertades porque así también se habla del precio que hubo que pagar para conseguirlas, y no se dan por sentadas. Todos tenemos algo de lo que independizarnos, y seguro que no es fácil mirar de frente al ejército británico y decir que no, que esta vez no pasará de largo nuestra oportunidad.

Por más difícil que resulte, lo cierto es que una vez segadas las ataduras, desde las mayúsculas  banderas hasta las más nimias esclavitudes cotidianas (un impuesto arbitrario sobre el té, por ejemplo, fue el catalizador del malestar de las colonias americanas contra los británicos) esa independencia se atesora como una verdad redescubierta, como esas frases de los libros de la infancia que cobran sentido mucho tiempo después, cuando se leen habiendo vivido. Y uno se da una palmada en la frente y dice: "Pero, ¿cómo se me ha podido olvidar? Es así, era esto, esto es cierto".

Feliz día de la independencia :)

PS: La imagen, claro, es del actor Will Smith, protagonista del artefacto hipnótico Independence Day. Creo que esa película va camino de ser el Qué bello es vivir del 4 de julio.

13.6.10

Yo también creo en Billy Wilder



Ante la noticia de que hace ya cincuenta años del rodaje de la magnífica película El apartamento, me he dado un respiro en la escritura de la novela para revisar, casi sin respirar, la agridulce historia del pobre diablo Jack Lemmon y su damisela encarnada en una jovencísima Shirley McLaine. Fluyen las escenas con tan pasmosa facilidad que uno pensaría que lo fácil es rodar una obra maestra. Hace pocos días, vi Sin perdón, después de algunos años desde su estreno, y de nuevo volvió a desfilar ante mis ojos una historia sencilla y sincera, la del viejo asesino redimido que no perdona el maltrato atroz a una prostituta ni la muerte torturada de su compañero de trasiegos Morgan Freeman. Gran Torino es otro regalo del que fuera Harry el Sucio y que parece empeñado en demostrarle al tiempo lo equivocado que está creyendo que le tiene la partida ganada.

Enumero estas películas, como podría hablar de muchas otras, anteriores o posteriores, todas con características comunes: rodadas sin tremendos presupuestos, desprovistas de estrellas de a millón de dólares el kilo, y que funcionan aún hoy como un mecanismo de relojería. Así que, después de asistir, entre incrédula y desalentada, a varias películas con aspiraciones de romper la taquilla o dejarnos boquiabiertos: Avatar, Inglorious Basterds, o Robin Hood, y pensar, "Billy Wilder que estás en los cielos, asístelos porque no saben lo que hacen", me acomodé en el sofá para celebrar que Jack y Shirley llevan cincuenta años jugando a cartas.