Esa es la maravillosa vista que disfrutamos durante la cena de presentación de "La tierra de Dios" en el Parador Nacional de Toledo (que os recomiendo encarecidamente que visitéis si tenéis la ocasión), en un condumio con brisa nocturna de propina y mejor compañía, procurada por el equipo del Parador (desde aquí un saludo para la espléndida directora y su equipo, que nos cuidaron más allá del deber) para una servidora y los periodistas y libreros que asistieron a la mencionada cena. Una noche y un amanecer inolvidables, en los mismísimos escenarios de la novela, aderezado con risas pre-veraniegas y buen ambiente. Al día siguiente, en la librería Hojablanca de Toledo, tuve oportunidad de charlar con los sabios del lugar, y ya tengo ganas de volver a verlos (señal de lo bien que lo pasamos).
Antes de eso, junto con los periodistas y libreros paseamos por el casco antiguo de Toledo, en un trayecto imaginado por el equipo de prensa de Planeta y plasmado con arte y entusiasmo por nuestro guía Adolfo (a quién también mando otro saludo, porque fue breve e intenso pero genial trabajar con él), durante el cuál no quedó duda de que la época medieval es una pasión adictiva para los que "padecemos" de esa afición. Desde esta humilde plataforma, un abrazo muy fuerte a todos los que hicieron que fuera posible.
Antes de eso, junto con los periodistas y libreros paseamos por el casco antiguo de Toledo, en un trayecto imaginado por el equipo de prensa de Planeta y plasmado con arte y entusiasmo por nuestro guía Adolfo (a quién también mando otro saludo, porque fue breve e intenso pero genial trabajar con él), durante el cuál no quedó duda de que la época medieval es una pasión adictiva para los que "padecemos" de esa afición. Desde esta humilde plataforma, un abrazo muy fuerte a todos los que hicieron que fuera posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario