3.3.10

La hora bruja

 
 
En la Edad Media, cuando la oscuridad se comía hasta a las antorchas, lo nocturno era temido, lugar de demonios y hogar de brujas. Jorge Luis Borges tiene un poema sobre la noche dónde afirma que "nadie puede contemplarla sin vértigo". No sé cuándo lo escribió, si antes o después de que ésta le invadiera para siempre, pero me estremezco igual. La noche en que me hace pensar Borges no es la noche ciudadana, de neón y semáforo, sino a la que se encuentra montaña arriba o mar adentro, entre olas o en las cimas, cuando lo sacrílego es hablar porque cuando la Tierra manda, hay que enmudecer. Es la noche que abre la puerta de las brujas y la magia, escribir es la única alternativa lógica y los matices aburren como el color gris.

PS: El caos acompaña a la hora bruja: en economía, designa la coincidencia de distintos vencimientos  de pagos, que pueden producir altísimas volatilidades (otra hermosa palabra económica) en la Bolsa, pero para mí es igual de caótica y mucho más hermosa la dama Claudette Colbert, en la película tan apropiadamente titulada Medianoche, dirigida por Mitchell Leisen y con Don Ameche como galán. Un inmenso John Barrymore devoraba cuanta escena se le ponía por delante.

5 comentarios:

Fuensanta Niñirola dijo...

Precioso texto sobre la nocturnidad. La película a la que haces referencia es una maravillosa obra, que he visto en repetidas ocasiones y volveré a ver para pasar un delicioso rato con la inefable Colbert, buenísima en comedia; un joven Don Ameche también encantador en la comedia, y un algo sobreactuado John Barrymore, justos todos en una comedia de enredo desternillante y entrañable a la vez: ocurrió de noche. A la luz del día, las cosas son diferentes, pero...

Claudia dijo...

¡Muchas gracias! Y sí, qué maravillosa película. El director era Mitchell Leisen, que no tuvo tanta fama como otros pero rodó muchísimas comedias sofisticadas, con ese punto de enredo que dices. Me acuerdo especialmente de otra con Claudette Colbert, titulada en inglés "No Time for Love", con Fred MacMurray de tunelador de las obras del metro, que tampoco tenía desperdicio. Y claro, la gloriosa "Sucedió una noche", con Clark Gable... Ay, qué ganas de revisionarlas me están dando :)

Un abrazo,
Claudia

Fuensanta Niñirola dijo...

Vaya, veo que eres una gran cinéfila! Michel Leisen tiene grandes hallazgos; he visto todas las que nombras y sobre todo, Sucedió una noche es divina. Gable y Colbert echan chispas...

Claudia dijo...

Pues sí, la verdad es que el cine es mi otra gran pasión :) Bueno, lo de Gable y Colbert es de manual en esa película, una química que para sí quisieran muchas actrices de plástico de la gran pantalla de hoy.

Un abrazo,
Claudia

unx dijo...

una hermosa película con este título

http://www.filmaffinity.com/es/film528554.html