23.10.09

Editore, traditore



El título de este mensaje parafrasea el conocido "traduttore, traditore" que tanto ha servido para acusar a los traductores de traicionar los textos que les son encomendados. Me ha parecido muy adecuado para comentar una loable iniciativa que reflexionará sobre el papel de la edición y la función social del editor en la configuración de la cultura occidental, y que organiza el Gremio de Editores en su Fòrum Atlántida. Las siguientes parejas de letra me resultan poderosamente atrayentes: especialmente Roger Chartier en diálogo con Francisco Rico, o Antoine Compagnon frente a Jaume Vallcorba, por no hablar de dos maestros como Claudio Magris y Pere Gimferrer (este último afortunadamente ya recuperado del susto del pasado Premio Planeta), Jorge Edwards y el editor Daniel Fernández, con Roberto Calasso en el coloquio final. Será interesante ver qué tienen que decir los sabios de la historia de la literatura y de los libros y escritores convocados sobre la figura del editor, en un tiempo anónimo (quizá pour bonne cause).

21.10.09

Una Edad Media en imágenes: historia de una edición



La primera vez que vi este libro, era de formato grande, ilustrado, y la editorial francesa que lo publicaba había fijado un precio imposible. Era imposible porque, debido a las carísimas ilustraciones en color, coeditar o adquirir derechos para una edición española comportaba un precio prohibitivo para el lector en lengua castellana. En aquél entonces, tampoco tenía yo margen de maniobra para lanzarme a la piscina y editarlo contra viento y mercado. Esperé un año, dos, tres... Los editores franceses y yo nos veíamos en cada feria y nos lamentábamos de que esta joya no estuviera disponible para el público castellano. Por fin, la gran noticia: iban a lanzar una edición en tamaño reducido, manejable, más asequible y que conservaba todo el encanto de la selección de imágenes de un medievalista como Jacques Le Goff. No perdimos el tiempo y aprovechamos la oportunidad. Hoy, es un regalo para mí haber contribuido a editar este hermoso volumen. Espero que se convierta, a su vez, en un regalo para muchos lectores. ¡Feliz lectura!

19.10.09

Presentación en Casa del Libro



Porque siempre hay que estar, en lo bueno y en lo malo, pero apetece mucho más acompañar a la gente que queremos en los momentos buenos, ¿verdad? Pues éste lo será. Mañana, 20 de octubre, presentación de "El primer templo", de Eloy Roca, publicado por Editorial Viceversa, en la Casa del Libro de Barcelona, en Paseo de Gracia 62. Allí estaré, si alguien tiene un rato y quiere pasarse y saludar. ¡Hasta pronto!

17.10.09

La feria interminable



Con la maleta aún humeante -literal y figuradamente- de catálogos, libros y ropa, vuelvo a ser una mujer a un teclado pegada después del breve hiato que cada año representa la feria de Frankfurt para todo aquél que vive de, con o por el sector editorial. Y como cada año, también traigo en la maleta tantas dudas como certezas, respecto al libro electrónico, a la pervivencia de la buena (y no tan buena) literatura y a las formas del ensayo. Los editores extranjeros con quién he charlado, en frenéticas citas o más distendidamente después de la feria, se dividen a partes iguales entre quiénes le quitan importancia a la próxima llegada de artilugios varios y los que ven oportunidades de negocio interesantes pero no cataclísmicas. Ninguno, sin embargo, dictamina el fin del libro como a veces leemos en apocalípticos artículos sobre la llegada del Kindle. La ventaja de la futurología (o su desventaja, según cómo se mire) es que el futuro siempre llega, para poner a cada cual en su lugar.

La hornada de nuevas editoriales, tanto aquí como en el extranjero, que son la infusión de sangre nueva y energía que todo sector maduro necesita, es sana, necesaria y bienvenida. El fenómeno se multiplica y es positivo: aún queda quien cree que editar libros meritorios es además una forma de ganarse la vida dignamente. También constato, con no poco alivio, que algunos grandes editores de siempre están en buenísima forma, aunque también es cierto que los catálogos de otros que fueron grandes editores de siempre se han convertido en un extraño desfiles de productos contrahechos, fabricados y pergeñados para vehicular letras. Son libros porque así definimos a los contenidos escritos y encuadernados, pero por nada más.

Y en cuanto a lo bueno y a lo malo de la feria: que los editores (aún) no somos máquinas ni replicantes, y que este mundo frágil hecho de letras y de codicia sigue en manos (¡por Tutatis!) de personas a quién mirar a los ojos, con quién desternillarse de risa, pelearse con saña, llorar a moco tendido y -en Frankfurt, sobre todo- brindar por lo que fue y por lo que será.